Las interesadas es una película mexicana de comedia musical de 1952 dirigida por Rogelio A. González y protagonizada por Amalia Aguilar, Lilia del Valle y Lilia Prado.

Sinopsis

Julia (Amalia Aguilar), Gloria (Lilia del Valle y Marta (Lilia Prado) son un trío de mujeres respondonas que tratan de vengarse de la sociedad machista. La ingenua Marta huye de un viejo, con quien la ha encerrado su tía, al sufrir este un infarto; Gloria le da una bofetada a su novio cuando él le propone ser amantes; la rumbera Julia, es corrida del teatro por un empresario a quien ella rechaza. Las tres jóvenes, quienes deciden vivir juntas, atropellan por accidente con su auto a Raúl Mendoza (Manolo Fábregas), causándole amnesia. Para mantenerlo, Gloria trabaja de masajista, Julia de institutriz de tres niños y Marta de mecanógrafa. Raúl (en camisón, pues las jóvenes lo hacen actuar como mujer), sólo busca la guitarra que perdió en el accidente y besa a Julia, despedida por enseñar mambo en lugar de baile clásico, y a las otras, también corridas por incompetentes. Los besos hacen cerrar un ojo a Julia, hipar a Marta y estornudar a Gloria. Creyéndolo un mendigo, las tres socorren a Ricardo Beltrán (Roberto Font), millonario aburrido, cuando va a un baile de disfraces. Ricardo, quien dejó de ser actor al regalarle a un americano un pozo petrolero, se encariña con ellas, quien lo adoptan, y va a pagar la renta que deben, pero ellas lo creen ladrón y le piden que se vaya. Desalojadas, ellas, con gran sorpresa, son llevadas a la mansión de Ricardo. Como él quiere volver a la actuación, monta una revista teatral con las tres jóvenes y con música de Raúl; al final todos triunfan.[1]

Elenco

Comentarios

Suerte de continuación menor del film Las tres alegres comadres (1952) con un argumento de Janet Alcoriza.[2]

Referencias

  1. PelisMexicanas.com: Las interesadas
  2. Aviña, Rafael (1999). «Las Rumberas del Cine Mexicano». SOMOS: 52.