En la mitología griega, Eufema o Eufeme (en griego Εὒφημη y en latín Eupheme, «aclamación») fue la personificación de las palabras de buen augurio, elogios, aplausos y gritos de triunfo. Como tal era opuesta a Momo (crítica). Eufema tiene dos variantes.
En los mitos sobre catasterismos Eufeme era imaginada como la nodriza de las musas y habitaba en el monte Helicón;[1]no se especifica quiénes eran sus padres. No obstante se dice que Croto, nacido de la unión entre Pan y Eufeme, y hermano de leche de las musas, fue convertido en la constelación de Sagitario.[2][3]
Para los órficos Eufema era una de las cuatro hijas concebidas por Hefesto y Aglaya, siendo las otras tres Euclea (reputación), Eutenea (prosperidad») y Filofrósine (amabilidad).[4][5][6]