República Portuguesa
República Portuguesa
Periodo histórico
1926-1974




Himno: A Portuguesa
noicon

Ubicación de la República Portuguesa

Posesiones portuguesas a mediados del siglo XX
Coordenadas 38°42′46″N 9°09′19″O / 38.712777777778, -9.1552777777778
Capital Lisboa
Entidad Periodo histórico
Idioma oficial Portugués
Superficie  
 • Total 2 168 071 km² Ver y modificar los datos en Wikidata
Superficie hist.  
 • 1911 [1] 92,391 km²
Población hist.   
 • 1911 [1] est. 5 960 056 hab.
 • 1920 est. 6 032 991 hab.
Religión Catolicismo
Moneda Escudo portugués
Historia  
 • 28 de mayo
de 1926
Golpe de Estado
 • 1933 Constitución de 1933
 • 1961-1974 Guerra colonial
 • 25 de abril
de 1974
Revolución de los Claveles
Forma de gobierno Dictadura militar unipartidista
Presidente
• 1926
• 1926
• 1926-1951

• 1951

• 1951-1958
• 1958-1974

José Mendes Cabeçadas
Manuel Gomes da Costa
António Óscar de Fragoso Carmona
António de Oliveira Salazar (interino)
Francisco Craveiro Lopes
Américo Tomás
Primer ministro
• 1926
• 1930-1932
• 1932-1968
• 1968-1974

José Mendes Cabeçadas
Domingos da Costa e Oliveira
António de Oliveira Salazar
Marcelo Caetano
Miembro de ONU, OTAN, OCDE, OSCE, EFTA
Precedido por
Sucedido por
Primera República Portuguesa
Proceso Revolucionario en Curso
Guinea-Bisáu
Goa
  1. Superficie y población sin contar las colonias portuguesas.

La Segunda República Portuguesa, denominada con posterioridad como la República Corporativa o el Estado Novo (en español, 'Estado Nuevo' o 'Nuevo Estado'), es el nombre del régimen político dictatorial, autoritario y corporativista que estuvo en vigor sin interrupción durante 41 años en Portugal, aunque con alteraciones de forma y contenido, como en 1933 con la aprobación de una Constitución por referéndum nacional, hasta 1974 con la Revolución de los Claveles en abril y tras un período turbulento llevaron a Portugal a la democracia.

Es también llamado Salazarismo, aunque este último término pueda también ser aplicado al periodo en que gobernó António de Oliveira Salazar, es decir, desde su ascenso al cargo de presidente del Consejo de Ministros en 1932 hasta su sustitución por enfermedad en 1968 por Marcelo Caetano.

Fue la dictadura más duradera del siglo xx en Europa Occidental. La dictadura portuguesa, incluyendo la dictadura militar (1926-1933) y la Segunda República (1933-1974), duró cuarenta y ocho años.

Estado Novo

El Estado Novo (1933-1974) fue un régimen autoritario, corporativista, conservador, tradicionalista, colonialista, nacionalista y tercerposicionista, por ende antiliberal, antiparlamentario, anticomunista, instituido bajo la dirección de António de Oliveira Salazar, un tradicionalista católico muy influenciado por Charles Maurras y por las encíclicas del papa León XIII (especialmente Rerum novarum) y de otros papas, es decir, en el magisterio de la Iglesia y especialmente en la Doctrina Social de la Iglesia. El régimen se apoyaba en la censura, la propaganda, las organizaciones juveniles (Mocidade Portuguesa) y paramilitares (Legión Portuguesa), en el culto al jefe y la religión católica.

El Estado Novo presenta características de organización estatal, esencialmente el Estado corporativo, semejantes a los regímenes totalitarios instituidos por Francisco Franco en España, Benito Mussolini en Italia o Adolf Hitler en Alemania, pero suele considerarse que el Estado Novo no fue un régimen fascista convencional por la falta de un movimiento fascista de masas autónomo y porque Salazar apreciaba el tradicionalismo católico y desconfiaba del carácter modernista de los fascismos. Se puede decir que es un régimen fascista con particularidades o un régimen autoritario y corporativo de inspiración integrista y fascista.[cita requerida]

Algunas veces, el Estado Novo es simplemente llamado República Corporativa (II República) debido a su principal característica: el corporativismo de tercera posición. Salazar daba mucha importancia a esta idea e intentó implantarla totalmente en Portugal.

Características del Estado Novo

Escuela salazarista, con crucifijo y retratos del presidente y de Oliveira Salazar, enfatizando la lealtad al régimen

Mayores problemas enfrentados por el Estado Novo

Formas de resolver estos problemas efectuadas por el Estado Novo

Reformas económicas

Salazar efectuó muchas reformas económico-financieras, como la disminución substancial de la deuda externa, consiguiendo así equilibrar las finanzas y aumentando el valor del escudo (moneda nacional portuguesa). Intenta regular los precios de los productos y los salarios, para evitar la inflación (intenta dar bajos salarios a los trabajadores, pero simultáneamente, baja los precios de los productos, para que los trabajadores puedan llevar una vida sin grandes dificultades; por eso, la "vida" en Portugal era barata). En la década de los 50, comenzó a abrir la economía al extranjero y permitió la entrada regulada de capitales extranjeros, desarrollando mucho la economía y las infraestructuras. Salazar era un buen político y financiero y muchas infraestructuras de Portugal (como el Puente 25 de Abril) fueron construidas por mandato suyo.[cita requerida]

Pero, comparado con otros países, el crecimiento económico de Portugal continuó siendo insuficiente. A finales de los 60, Portugal era uno de los países con una renta per cápita entre las más bajas de Europa. Había desequilibrios regionales muy marcados en Portugal, entre las ciudades (principalmente las que se encontraban junto al litoral como Lisboa y Porto), que progresaban y se beneficiaban del crecimiento económico, y las zonas rurales que continuaban sin desarrollarse (muchos campesinos portugueses practicaban solo la agricultura de subsistencia). Por eso, casi dos millones de personas, en su gran mayoría de las zonas rurales, emigraron masivamente a las ciudades que estaban creciendo o se dirigieron al extranjero en busca de un mejor nivel de vida, especialmente hacia Francia.

Medidas políticas

El Gobierno de Salazar emprendió una política corporativista, la prohibición de todos los partidos políticos (a excepción de la União Nacional), la represión y persecución de los «desestabilizadores» de la nación (opositores), control de la educación, formación de organizaciones juveniles y paramilitares a favor del Estado, prohibición de huelgas, la censura, manteniendo la neutralidad portuguesa en varios conflictos y reparando las relaciones entre Portugal y la Iglesia católica con el Concordato de 1940.

Pero, en la década de los 60, el país comenzó a sentir alguna inestabilidad por causa de la oposición democrática que iría aumentando por el anhelo de libertad y, principalmente, el fin de la guerra colonial (1961-1974). Esta situación inestable se agravó en los 70, con la insistencia del régimen en la continuación de la guerra pese a sus fuertes costos en vidas y dinero y con la «renovación en continuidad» de Marcelo Caetano, quien asumió el poder a la muerte de Salazar pero sin ejecutar cambio alguno en el régimen.

Diplomacia

Durante la guerra civil española, la posición y acción (sobre todo diplomática) regional e internacional de Salazar contribuirían significativamente para que Franco venciese en España.

En relación con la Segunda Guerra Mundial, la actitud y la actuación de Salazar se pueden sintetizar en tres aspectos:

Con la victoria de los Aliados, en 1945, tuvo lugar una expansión de los regímenes democráticos pluralistas. De tal modo, surgieron presiones intensas sobre Portugal para que el Estado Novo diese lugar a una democracia pluralista. Pero el establecimiento de una democracia tendría como consecuencia inmediata la pérdida de su imperio colonial, habida cuenta de que mantener este era un fuerte costo para la pequeña economía portuguesa (sin que aún las masas de Portugal se beneficiaran visiblemente de los recursos del imperio).[cita requerida]

Salazar tuvo que luchar arduamente, a nivel externo, contra estas presiones, intentando hacer aceptar internacionalmente la continuación del Estado Novo que se saldó con el ingreso de Portugal en la OTAN, en 1949, donde permaneció a la par precisamente de las democracias occidentales vencedoras de la Segunda Guerra Mundial, y con su ingreso en la EFTA, en 1959, al lado de la democráticas Inglaterra y Suecia. Fue el reconocimiento, por la comunidad internacional, del régimen portugués y fue un gran triunfo del Estado Novo.

Política colonial

Los problemas coloniales fueron una de las grandes preocupaciones de Salazar. En 1930 se promulgó el Acta Colonial, pero en la década de los 50 y 60, con nuevos problemas y necesidades,[¿cuál?] el Gobierno desarrolló el llamado «Concepto Ultramarino Portugués» y terminó por definir una «Solución Portuguesa» y una «Política Ultramarina Portuguesa», considerada «correcta, realista y moderna» por el régimen, para resolver tales problemas y mantener unificado el imperio colonial.

No obstante, debido a los errores efectuados por Salazar (ya muy anciano en la década de 1960) en sostener que las colonias eran provincias portuguesas de iure (contrariamente a lo mostrado en la realidad) y al nuevo panorama internacional (la condena del colonialismo y la pronta descolonización en masa, estimulada activamente por la ONU así como por los EE. UU. y la URSS), los pueblos de las provincias ultramarinas portuguesas empezarán también a buscar su autodeterminación. Esto originó la guerra colonial portuguesa (1961-1974). Esta larga guerra causó muchas muertes, perjudicó la economía de Portugal y el país comenzó a sentir muchas dificultades económico-financieras como no se vivían desde hacía mucho tiempo. La presión internacional por parte de la ONU y de los EE. UU. llevó a Portugal a aislarse cada vez más desde un punto de vista diplomático, hasta quedarse —como decía la propaganda del régimen— «orgullosamente solos».

Los problemas de Ultramar implicaban también una pesada carga financiera que la economía portuguesa no podía soportar eficazmente. El escaso desarrollo económico de las colonias africanas causó que la emigración de portugueses acudiera preferentemente a naciones que ofrecieran un entorno más favorable (sobre todo Francia o Canadá, pero también Brasil y Venezuela), siendo que el establecimiento de colonos portugueses en las colonias (quienes debían ejecutar la asimilación prevista en la «Solución Portuguesa») siempre fue mucho menor al flujo migratorio dirigido al extranjero; esto solo generó dispersas minorías étnicas en los territorios de África y tornó impracticable el nuevo proyecto colonial del Estado Novo.

Los problemas del imperio colonial fueron muy mal resueltos, lo que aumentó la oposición al régimen entre la población civil e inclusive se extendió el descontento hasta las filas de las Fuerzas Armadas, lo cual generó su posterior caída en 1974 mediante la Revolución de los Claveles.

Otros desórdenes (internos) sufridos en el Estado Novo

El Estado Novo sufrirá diversas conmociones provocadas:

Política colonial

En las décadas de 1920 y 1930, el régimen colonial instaura un sistema racial separando los africanos «asimilados», que recibieron las bases de una educación que les permitió finalmente ocupar un sitio en la administración colonial, de otros indígenas, privados de derechos y sometidos al trabajo forzado (que será abolido solo en 1962). Tras la Segunda Guerra Mundial, las colonias son todavía muy poco desarrolladas. En Santo Tomé y Príncipe, todavía ninguna escuela secundaria ha sido abierta mientras que en Mozambique y Angola las únicas instituciones abiertas en anexos a la Universidad de Coímbra están destinadas a los hijos de colonos. Entre 1941 y 1948, una prolongada hambruna en el Cabo Verde provoca la muerte de 50 000 personas, un tercio de la población, ante la «indiferencia total» del gobierno portugués: No llegó a enviarse ninguna ayuda humanitaria.[1]

Lemas

Véase también

Referencias

  1. Fernando Rosas (2019). Tinta da China, ed. Salazar e os Fascismos. p. 310. 

Bibliografía