Una chambrana es una moldura que se pone alrededor de las puertas, ventanas, etc. Puede ser una simple moldura de toro o puede estar labrada con dibujos vegetales o geométricos.[1] Es frecuente verlas en las portadas románicas,[2] abrazando la última arquivolta. A veces en los textos se le llama también «guardapolvo» aunque por lo general este vocablo se emplea más para los retablos.
Es un ornamento arquitectónico de origen egipcio.[3] Los etruscos la llevarían a Italia y de allí llegaría a la península ibérica con los romanos, por lo que fue muy frecuente en el románico y posteriormente en el visigótico.